La violencia genera violencia y la muerte genera desolación. No hay nada más amargo que la muerte violenta en manos de aquellos que quieren imponer su ideología a través de la violencia.
Que dilema es el escribir este artículo a raíz de diversos comentarios de un artículo, publicado en este blog, Madres de Plaza de Mayo, la FARC y la ETA, en donde opinan a favor de la FARC o de ETA. Me es difícil mantener en equilibrio mis ideologías y la incomprensión. Pero lo que sí tengo muy en claro, es que estoy del lado de las numerosas víctimas del mundo entero, que murieron sin militar por ninguna ideología: personas común y corriente, que luchaban el día a día en sus vidas privadas y que por la casualidad o el destino, sus vidas le fue arrebatada.
Es la violencia del hombre como la de sus instituciones la que hay que remediar, pero por otro camino. Imponer tu ideología matando a tu prójimo no es el camino. Como dijo Gandhi, "la violencia es el miedo a los ideales de los demás".
A los que siguen por el camino de la violencia, les digo, "Cómo quieres que se te respete tu libertad cuando tú no respetas el derecho del otro a vivir?". El derecho a la vida es un tesoro que todo ser humano debe respetar.
No voy a alargar más esto, creo que con los párrafos escritos arriba, está mi contestación a los comentarios.
